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Ser mujer en Guerrero: Entrevista con Mauro Campuzano para 99 grados



Igualdad de derechos, sororidad, equidad, discriminación, violencia, explotación, machismo. Poco más de 6 décadas han pasado desde que en este país se reconoció a las mujeres como ciudadanas y pudieron ejercer su voto. Pudieron decidir en un mundo configurado por el androcentrismo que les relega al quehacer doméstico, el cuidado de los hijos, anteponer sus deseos por los de su familia, la ternura como sumisión.

Preguntamos a algunas mujeres de Guerrero, sobre su percepción de la mujer en nuestro Estado y agregaron una frase que demuestra que pugnar por la lucha de los derechos de las mujeres favorece a todos en los 99grados.


ALONDRA BERBER


Psicóloga clínica, escritora y con otras dinámicas artísticas. Es una joven mujer que escribe no para crear solamente polémica sino para actuar y cambiar. Una lucha que parte desde la literatura.


¿Cuál es tu perspectiva sobre la mujer en Guerrero?


Creo que todavía hay mucho trabajo por hacer en la búsqueda de la igualdad de la mujer, como bien lo mencionas Guerrero es todavía un estado machista en el que es difícil abrirse paso sin sufrir algún tipo de acoso o difamación en el camino. Antes no me identificaba cuando me querían asumir como una persona feminista. Finalmente, cuando no estás involucrado con el tema confundes feminismo con “hembrismo”, pero ahora que estoy trabajando en la temática de abuso sexual infantil he aprendido mucho y me doy cuenta de que el abuso sexual infantil es una forma de violencia machista, ya que se cosifica a las víctimas y se abusa de una condición de desigualdad para usarlas a fin de obtener placer sexual. Como país tenemos el primer lugar en esta problemática y eso nos habla de lo mal que estamos.

Hay trabajo por hacer, tiene que haber un mayor respeto a los derechos humanos de las mujeres y creo que el cambio debe partir de la educación, tiene que haber una reestructuración en el manejo de este rol en todos los sectores, un trabajo integral y con visión entre sociedad y gobierno, ya que todas o la gran mayoría hemos pasado por al menos un victimario, desde mujeres que están buscando trabajo y se enfrentan a situaciones de mobbing o violencia relacional, hasta mujeres que para avanzar profesionalmente les piden tener una relación con algún personaje, mujeres a las que les quitan el crédito cuando logran algún cargo político o puesto directivo que se considera que no es para una mujer, porque minimizan nuestra fortaleza, compromiso y capacidad para trabajar en la resolución de conflictos.

Hay tantas formas de micro violencia que son muy delicadas, al afectar a la mujer afectas a la persona que representa el equilibrio del núcleo familiar y enseñas a las siguientes generaciones que la violencia es una forma aceptable de interacción entre seres humanos. Si dañas a la mujer no puedes tener un tejido social sano.


¿Mensaje para las mujeres de Guerrero?


No importa qué situación de violencia hayan vivido, no importa a qué edad les hayan enseñado que no merecían respeto o un trato digno, ni importa tampoco quién se los enseñó, es tiempo de empoderarnos y cortar círculos de violencia, para que no se reproduzcan en las siguientes generaciones. Tenemos que unirnos, empoderar a otros grupos, diseñar proyectos, hacer sinergia e incidir para lograr cambios profundos, a largo plazo, pero sobretodo, tenemos que prepararnos, levantar la voz y defender nuestros derechos, porque como bien lo dice una frase que me gusta mucho, la victoria ama la preparación. Si queremos un cambio, debemos trabajar para ello y meter presión para exigir no menos de lo que merecemos no como género sino como seres humanos.



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¡Gracias Mauro, por la entrevista! Pueden encontrar 99 grados en puestos de revista en Guerrero. Es la edición del mes de Abril.

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